Mientras ETA ponía bombas, zETAp callaba, no condenaba atentados, humillaba a las víctimas del terrorismo, y encima negociaba con los asesinos. Y lo negaba con la caradura más grande que puede exisitir. Cómplice de la barbarie, corista de las alimañas.
Ya lo dijo Rubalcaba: No nos merecemos un Gobierno que nos mienta. Y el de zETAp lo ha hecho, y muchas veces.
España entera debe abrir los ojos ante la trampa nazi-sociata-etarra. Por mucho que los medios manipulen la situación, un proceso, como la trampa etarra, que ha arrancado de una sucesión de mentiras, sólo puede producir una paz de mentira.
-.Roberto Cuper