Soberanos y demócratas

Los ciudadanos debemos tomar la iniciativa. El regimen constitucional se encargan de corromperlo con la partitocracia deleznable que ha diluído la división de poderes que establece la Carta Magna del 78 en un reparto asqueroso. Moqueta, coche oficial y despacho. Junto a las 17 taifas insolidarias, como hermanos mal avenidos que se encargan de sablear al padre trabajador. Hienas, cuervos corruptos y despilfarradores.

Encima el jefe del estado, hasta ahora imparcial, empieza a tomar partido descarado por la opción desgobernante. Ya sabemos de la cobardía inherente a esa dinastía monárquica, panda de vividores traidores, vagos y cobardes. Sometidos sin escrúpulos para mayor gloria de su oscuro esplendor pasado, derrochador de los imperios heredaros de otras gandes Casas centroeuropeas. Nadie duda de que llegado el caso, huirían como ratas de cloaca. Lo que parece no saber es que son sus amiguitos que pueden forzar la situación. Gloriosa institución discutida que no ha sabido o querido adaptarse.

De súbditos nada, somos soberanos. Nosotros quitamos y ponemos rey, y así debemos seguir. Somos tan fuertes como para acabar con el nazionalismo nazi-paleto y aldeano, para acabar con el asesinato premeditado y alevoso de las provincias vascas, para acabar con la partitocracia sectaria y corrupta que ha podrido todas las instituciones y organismos públicos nacionales, regionales y locales, y que devoran nuestros dineros vorazmente. No a la secta. Viva la libertad y la democracia.


-.Roberto Cuper