Dos jornadas negras saldadas con decenas de heridos y dos muertos. Nuevas victimas del terrorismo y de la barbarie. Nuevo ensañamiento contra la benemérita Guardia Civil que tanto lucha contra los bestias asesinos.
Hemos querido esperar unas horas tras el atentado para no escribir en caliente. Solamente puedo decir: NO LO ENTIENDO.
Tercer milenio. Una civilización occidental y avanzada, pero un grupúsculo de alimañas se mantiene por quinto decenio seguido causando estragos, sembrando el terror. La disculpa era una dictadura, la disculpa era una ideología, la disculpa era una situación política... La disculpa nunca ha importado. Buscan sangre, la consiguen y se regodean esos gudaris de DNI españolazo y con apellidos como Moreno, Saez o López. Pero se cagan patas abajo cuando son atrapados por las fuerzas de seguridad.
Tan valientes esos gudaris como los que corrieron de cabeza al Cantábrico en el 36, cuando las tropas nacionales entraban en Bilbao. Está claro que no son españoles. Ni vascos. Son asesinos y cobardes.
Despues de 50 años sufriendo la extorsión mafiosa de esta gentuza, de sangre, de vidas arrancadas, de politiquo barato, de miedo, de traición, es evidente que los tópicos no han servido de nada: Condenamos el atentado... Caerá el peso de la Ley... ETA está debilitada... Unidad de los demócratas...
Pamplinas. Acciones que no sirven para nada. Cuando para una de las partes todo vale, no se debe andar con miramientos. Esto es una guerra, y hay que atacar. Todos sabemos quienes son, y a quienes benefician. Todos sabemos quienes pactan y a que acuerdos han llegado.
Basta. No más muertes inocentes en vano. Cojamos la maza, como el GRAN EMILIO, plantemos cara, nada de condenas, se quema la burriko-taberna local, se lincha a un abertzale, como ellos.
-.Roberto Cuper